Frente el derecho de la fuerza ha de prevalecer la fuerza del derecho. Por eso creo que es importante que los demócratas españoles manifestemos en estos momentos nuestro compromiso con este principio básico ante la gravedad del desafío separatista en Cataluña. En este sentido, he querido transmitir, como Alcalde de Almería, mi apoyo y respaldo a todos los alcaldes, concejales y funcionarios que en estos momentos están defendiendo la democracia, la constitución y la ley en Cataluña. Desde aquí, quiero enviar mi apoyo a todos los que, no sólo en el PP, sino también en otros partidos, han dado un paso al frente y se han puesto donde hay que estar: del lado de la legalidad y actuando con firmeza, y con inteligencia. Y dando una respuesta proporcional a la gravedad del desafío secesionista: con la ley y desde la ley, situándonos frente a las coacciones, del lado de la legalidad y la Carta Magna. Por eso creo que es muy importante los alcaldes de toda España estemos alzando la voz en defensa de quienes se niegan a colaborar y participar en un referéndum ilegal. Estoy convencido de que todo este proceso tiene unos únicos culpables, que son los dirigentes de la Generalitat de Cataluña, unos políticos irresponsables que pretenden, mediante la coacción y la amenaza, chantajear a funcionarios honrados, a políticos honrados, en muchos municipios y ciudades de Cataluña para que vulneren la ley. Ante esta situación es necesario mandar un mensaje de tranquilidad y de apoyo a esos trabajadores y representantes de la ciudadanía que han apostado claramente por la ley, así como al conjunto de la sociedad catalana para que el conflicto se reconduzca por cauces estrictamente legales y apelando al sentido común para evitar escaladas de tensión tan innecesarias como peligrosas e impredecibles. El resto de España está con los ciudadanos de Cataluña, está con los concejales de Cataluña que defienden la ley y está con los funcionarios que están haciendo bien su trabajo. Las actuaciones judiciales que se están produciendo en distintas instituciones catalanas son la demostración de que el Estado de Derecho funciona, y que no hay nadie por encima de la legalidad. Los demócratas no podemos aceptar nunca ni imposiciones ni chantajes, ni tampoco vamos a negociar nunca ni el cumplimiento de la Ley, ni la unidad de España, ni la soberanía nacional, ni la igualdad y la solidaridad entre españoles.