Estoy muy orgulloso de Almería. Y lo digo no sólo como alcalde, sino sobre todo como almeriense. Creo que estamos dando estos días una enorme demostración de solidaridad colectiva en la secuencia de acontecimientos provocada por la desaparición del pequeño Gabriel en Las Hortichuelas, en Nijar.

Desde que se conoció la noticia y se pidieron al Ayuntamiento autobuses para que los voluntarios de la capital pudieran desplazarse al lugar de los hechos, hasta la multitudinaria concentración celebrada el pasado viernes en Puerta Purchena, o llenando las redes sociales con dibujos de pescaditos, tal como había pedido la madre del niño, los almerienses han demostrado una vez más que la empatía y el cariño son dos de sus mejores señas de identidad colectivas. Y lo volveremos a seguir demostrando en todo aquello que sea necesario, siempre atendiendo a la prioridad de la recuperación del menor y a no interferir en la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que están llevando a cabo una labor de impecable y minuciosa profesionalidad en el rastreo.

Y todo ello, además, de una manera espontánea y natural a la hora de dar un paso al frente para trasladar ánimos a los padres y a la familia del niño desaparecido y decirles que no pierdan la esperanza porque todos, de un modo u otro, somos Gabriel. Todo ello refleja la fortaleza de los valores colectivos y la capacidad natural de los almerienses para ponerse al lado de quien está sufriendo y de quien lo está pasando mal.

Y lo cierto es que los almerienses han tomado el caso de Gabriel como algo muy propio y han querido implicarse de un modo cercano y colaborativo. Desde aquí, y a la espera de que nos pueda llegar finalmente a todos la esperada noticia de la localización del paradero del niño, quiero invitar a todos a mantener viva la llama de la esperanza, a no desfallecer en la angustia de la incertidumbre por el paradero del pequeño.

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, desplazado expresamente a Almería para acompañar a la familia, señaló en rueda de prensa que la investigación del caso está en las mejores manos posibles y que es importante no interferir en su trabajo propagando bulos y noticias falsas, aunque sea con la mejor intención del mundo. Les hemos visto estos días realizando una labor admirable y sin escatimar esfuerzos.

Por eso yo espero que cuanto antes podamos tener noticias ciertas del paradero del niño en perfecto estado de salud y que la próxima vez que tengamos que movilizarnos sea, en todo caso, para celebrar su regreso a casa. Vuelve pronto, Gabriel.