Apenas un mes después de su nombramiento, el Presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha querido venir al Ayuntamiento de Almería para trasladar personalmente a los almerienses el compromiso de apoyo y respaldo de su gobierno autónomo. El Ayuntamiento es la casa de todos. De los que quieren venir rápidamente y de las que, como en el caso de la ex presidenta Susana Díaz, tardó más de un año en responder a mi petición de encuentro. Pero no interpreto esta visita con ánimo comparativo ni como la reparación de nada. Se trata de la visita del presidente de la Junta a la capital de una de las provincias más pujantes y dinámicas de Andalucía. Y eso es algo objetivamente bueno para Almería y también para el conjunto de nuestra comunidad. Al presidente Moreno le dije lo mismo que ya le dije a la presidenta Díaz, y que es también lo mismo que en su día, el anterior alcalde, Luis Rogelio, trasladó a los presidentes Griñán y Chaves: que Almería necesita más atención de la Junta. A nadie escapa que la relación entre ambas instituciones ha estado marcada por una interminable secuencia de desencuentros, retrasos y olvidos. Pero también es cierto que es necesario pasar página y asumir que culpas y razones enfrentadas son malas herramientas para hacer ciudad. Esa realidad, que se ha sostenido en el tiempo durante demasiados años, tiene que tener necesariamente los días contados. Creo que hablo en nombre de todos los almerienses si digo que ya es hora de acabar con décadas de olvido y marginación. Y también digo que, como alcalde, no sólo no pienso soltar la bandera de la reivindicación sino que ahora, con más motivo, la voy a seguir defendiendo ante mi amigo y mi presidente Juanma Moreno. De hecho, he entregado al presidente Moreno un amplio dossier con todas las reivindicaciones y asuntos pendientes que el Ayuntamiento de Almería tiene con la Junta. Algunos de ellos se vienen arrastrando desde hace años y otros son más recientes. Pero todos ellos tienen un mismo denominador común: la falta de voluntad y la desidia. Antes me separaban muchas cosas de la presidencia de una Junta que vivía instalada en la permanente confrontación con el Ayuntamiento. Ahora me separan nueve dígitos del móvil de Juanma Moreno. Estoy convencido de que, gracias a este nuevo estilo y a este nuevo tiempo de relación que se abre entre la Junta y Almería, la próxima vez que el presidente de la Junta visite el Ayuntamiento muchos de los problemas de los que hemos hablado se habrán resuelto o estarán resolviéndose. Y lo digo no porque tenga capacidad de prever el futuro, sino porque sé que la mejor manera de predecir el futuro es crearlo.