Los almerienses somos conscientes de que el cambio de gobierno en la Junta de Andalucía nos ha traído más cercanía, más interés y más eficacia por parte de nuestro gobierno autonómico. Por primera vez en 37 años los almerienses tenemos al gobierno de nuestra comunidad de nuestro lado y no enfrente, como hemos podido comprobar en tantas y tan dolorosas ocasiones. Y esto ha supuesto alcanzar la normalidad, porque lo normal es que los miembros del gobierno andaluz quieran venir a Almería y trabajen para resolver los problemas de todos los almerienses. Y si Almería ha tenido históricamente un problema, una debilidad o una amenaza, ésa ha sido la falta de agua. Por eso creo que el pasado viernes vivimos un momento muy especial en el Ayuntamiento cuando el presidente de la Junta, Juanma Moreno, presentó el proyecto hídrico que la Junta va a poner en marcha en Almería y que va a permitir que toda la capital tenga acceso al agua desalada a través de una tubería que unirá La Pipa con San Cristóbal y también que toda la zona de Cabo de Gata, la Almadraba y la Fabriquilla, que es el principal enclave medioambiental de Almería, vea mejorado su ciclo integra del agua, mejorando la depuración y agrupando vertidos. Nunca hasta ahora la Junta había mostrado semejante nivel de compromiso e implicación con una provincia, Almería, que siempre había estado lejos de Sevilla y a la que todo llegaba tarde, si es que llegaba. Con el agua se pueden hacer muchas cosas. Algunos hacen política. Otros hacen ideología. Yo creo que con el agua lo que se tiene que hacer es beber y regar, porque en Almería eso quiere decir crear riqueza, crear empleo y generar oportunidades. Y se trata de una actuación extraordinaria no solo por el alcance económico de la inversión prevista, que va a rondar los 25 millones de euros, sino por la sencillez y agilidad con la que se ha desarrollado todo el proceso de gestión. Sin dilaciones. Sin retrasos. Sin problemas. Y eso, a mi juicio, demuestra dos cosas muy importantes: que cuando se quiere, se puede. Y también que cuando no se quiere, todo se ralentiza, todo se retrasa y todo se olvida. Por lo tanto, como alcalde, pero sobre todo como almeriense, quiero dar las gracias por lo que supone este proyecto al presidente de la Junta, Juanma Moreno, y a la consejera de Agricultura, Carmen Crespo. Yo podría hablar mucho sobre lo importante que ha sido su apoyo y su confianza en este proceso, pero yo creo que podría resumir perfectamente la disposición de Carmen y su actitud como consejera en tres palabras. Nada más que en tres: “¿Alcalde, qué necesitas?” Eso fue lo que me dijo Carmen hace unos meses, y el pasado viernes presentamos el proyecto a la sociedad almeriense. Y eso es lo que necesitaba Almería por parte de la Junta de Andalucía: disposición a escuchar, ganas de trabajar y deseo de hacer cosas por Almería, por Andalucía y por España.