Un tiempo que no debe volver jamás

Con la sentencia del Caso ERE, lo que se ha condenado no es solo el comportamiento de los principales dirigentes del PSOE de la Junta de Andalucía, o la comisión de delitos financieros concretos por parte de estos altos cargos. En mi opinión, la sentencia de la Audiencia de Sevilla va más allá: condena un modo de hacer las cosas en política y fulmina a un régimen político que ha pervertido la democracia en Andalucía y ha dopado los resultados electorales en nuestra comunidad durante décadas, propiciando una red clientelar de votos para el Partido Socialista.

Es una de las explicaciones que tiene que una región con constantes índices bajos en cuanto a los indicadores que marcan la calidad de vida en los países democráticos siguiera votando una y otra vez al partido que se mostraba incapaz de poner a Andalucía en el lugar que merece. No obstante, como almeriense y como andaluz, creo que estamos ante una situación muy triste.

Es una situación penosa que traslada una pésima imagen de Andalucía y que nos abochorna a todos los que pensamos que las instituciones deben ser escrupulosamente hornadas y limpias y trabajar en beneficio de la sociedad sin cometer delitos.

Al margen de la descomunal cantidad de dinero robado y su altamente improbable reintegro a la sociedad, me gustaría centrarme en un aspecto que quizás no está siendo demasiado tratado estos días: el coste de las oportunidades perdidas. Más difícil aún que recuperar el dinero desviado parece la posibilidad de que las provincias andaluzas recuperen las oportunidades de crecimiento y desarrollo perdidas por culpa de quienes, en lugar de poner ese dinero público al servicio de todos, lo usaron para garantizarse una falsa paz social y estipendiando a la sociedad andaluza con subsidios y ayudas en lugar de poner en sus manos herramientas para el desarrollo y la prosperidad.

Ese es a mi juicio el principal daño del escandaloso modus operandi del PSOE en Andalucía durante las últimas décadas. Una Junta del PSOE, convertida durante cuarenta años en un factor limitante del crecimiento en Andalucía, permitiendo y consintiendo el robo de cientos de millones, mientras obras y proyectos en todas las provincias, especialmente en Almería, se quedaban paralizadas y olvidadas.

Es indignante pensar que la misma Junta socialista que no fue capaz de terminar de pagar obras en Almería como la rehabilitación del Ayuntamiento, el Materno Infantil o la Autovía del Almanzora, era la misma en la que se montaban ERES falsos y se corrían juergas a cargo del contribuyente. No podemos consentir que ese tiempo de despropósitos y delitos vuelva jamás a Andalucía.


El viaje a ninguna parte de Sánchez

Una semana después del experimento electoral de Pedro Sánchez, la mayoría sensata de españoles coincidimos en un análisis sencillo: para este viaje no hacían falta alforjas. Y siendo muy cierta esta expresión popular, a mi juicio se queda incluso corta, porque la fallida ocurrencia de repetir elecciones nos ha dejado una situación más compleja y con muchos más riesgos para España que la producida tras las elecciones del pasado mes de abril. Comparto la inquietud de millones de españoles preocupados ante la deriva hacia la radicalidad, el extremismo y el independentismo del eventual gobierno que pueda formar Sánchez, que por muchas etiquetas de progresismo que quiera colgarle, no será más que un laberinto de intereses y siglas con un mismo denominador común: la amenaza al futuro de España. Y es que el acuerdo anunciado hace unos días entre socialistas y comunistas, el mismo que hace unos meses le quitaba el sueño a Pedro Sánchez, nos ha trasladado el insomnio a una gran mayoría de españoles que creemos en el marco constitucional de 1978 y en la unidad indisoluble de España. No puedo dejar de mencionar en este punto la sorprendente desfachatez con la que Sánchez ha pilotado este proceso durante los últimos meses, fingiendo y mintiendo sin rubor a todos los españoles, y preparándose a pagar la mayor factura que haya tenido que abonar un gobierno por mantenerse en el poder. Y ese precio no es otro que poner el entredicho las bases de nuestra convivencia, el marco constitucional y el modelo territorial. Y se la va a pagar, además, a partidos y grupos que han hecho del odio a España la razón de su existencia y que han trabajado, trabajan y seguirán trabajando para que a España le vayan mal las cosas. Esos van a ser los socios de gobierno que ha elegido Pedro Sánchez. Ese es el futuro que quiere para nuestro país. Pues bien, ante todo este panorama de incertidumbres y dudas, el PP va a seguir estando a la altura de la situación presentando a todos los españoles una propuesta de futuro centrada y alejada de todos los extremismos. En el Parlamento, en el Senado, en las diputaciones, en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos, la gestión del PP seguirá aportando a la sociedad española una referencia de firmeza en la defensa de los intereses de España, de responsabilidad en la gestión económica ante la crisis que se avecina y de indeclinable defensa de la Constitución de 1978 y del marco territorial de España. Un modelo de futuro alejado de extremismos, de radicales y de independentistas. Un partido de confianza y garantías para España.

 


El lenguaje universal de la democracia

Cuando hoy domingo vaya a votar, hágalo en libertad y en conciencia. Piense en ello cuando tenga en su mano el voto, que es la herramienta más poderosa y determinante que existe a la hora de elegir nuestro propio futuro. Un derecho que a todos nos iguala y a todos nos permite ser parte activa del futuro de España, de sus comunidades y de sus provincias. Porque el resultado que conoceremos esta noche tendrá una incidencia directa en el futuro de Andalucía y de Almería. Los almerienses necesitamos un gobierno sólido, estable y centrado en la resolución de los problemas reales de la gente. Un gobierno capaz de dar respuesta a las inquietudes y aspiraciones de las personas y de las familias que miran con incertidumbre el futuro económico y político de España. Por todo ello es muy importante que usted ejerza su derecho y vote. Y que lo haga según sus preferencias, según sus valores y según sus ideas de quién o quiénes pueden ofrecer más seguridad y más garantía a la hora de formar un gobierno que sea útil para el futuro de España y que sea capaz de generar más oportunidades para más gente. Y para que España tenga un Gobierno operativo y eficaz, son necesarios los votos de todos, sin excepción. Sin votos no hay democracia y sin democracia no hay posibilidad para un escenario de confianza, de prosperidad y de creación de empleo.
Y estoy seguro de que los almerienses volveremos a dar un ejemplo de responsabilidad y de compromiso cumpliendo todos y cada uno de nosotros con nuestro papel en esta democracia. En este sentido, quisiera agradecer especialmente el papel de todos los almerienses que están prestando hoy un gran servicio a la democracia, ejerciendo la tarea que les ha correspondido en los diferentes colegios y mesas electorales, así como el todos los funcionarios y servidores públicos que hoy redoblarán esfuerzos para que la jornada electoral se viva en Almería como siempre; es decir, con normalidad y sin incidentes. El domingo es muy largo y hay tiempo de sobra para acudir a depositar el voto y continuar después con los planes previstos. No hay democracia sin participación porque esa sigue siendo, inalterable en el tiempo, la auténtica raíz de la libertad, que tiene en el voto su lenguaje universal. Por lo tanto, les animo a que a lo largo de la jornada de hoy participen de modo activo, sereno y consciente, en esta gran demostración de civismo y responsabilidad que supone siempre cualquier jornada electoral. Por el futuro de España, vote.


Garantizar que Almería siga avanzando

El próximo 10-N los almerienses vamos a tener en nuestra mano la herramienta más poderosa que existe en democracia para cambiar las cosas: el voto. Y al margen de las legítimas preferencias y afinidades de cada cual, en Almería hay un hecho incontestable que puede comprobarse cada vez que el PSOE tiene responsabilidades de Gobierno en Madrid o Sevilla: ningún gobierno socialista ha querido tender puentes con el Ayuntamiento de Almería por el simple hecho de que los almerienses no les votan. Así de sencillo. Y no es una afirmación gratuita propia de la efervescencia de la campaña electoral, sino que es algo que cualquier almeriense puede comprobar fácilmente. Piensen en tres actuaciones importantísimas para Almería, que venían siendo reclamadas por los almerienses desde hace décadas y que desde el Ayuntamiento, y con la inestimable ayuda del gobierno central del PP y de modo especial del que fuera ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, habían conseguido salir del cajón del olvido para ponerse en marcha: las obras del soterramiento y eliminación del paso a nivel del Puche, la prolongación del Paseo Marítimo y la rehabilitación y puesta en valor del que, a mi juicio, es el edificio más bonito de toda Almería, que es la antigua estación de ferrocarril. Esos tres proyectos estaban activos y en marcha cuando la moción de censura de Sánchez desalojó a Rajoy de la Moncloa. A día de hoy esas tres obras están paradas y sin previsión de reanudación. Y no sólo eso. Mientras que con el gobierno del PP había quedado establecido que una vez restaurada, la estación pasaría a ser propiedad de todos los almerienses, el gobierno del PSOE ha reculado y ahora no parece tener la misma buena disposición de los anteriores responsables. Es decir, que el balance de gestión del gobierno del PSOE con Almería capital ha sido, una vez más, lamentable. Obras paralizadas por falta de pago y compromisos deshechos, además del olvido de promesas del propio PSOE, como una importante inversión para la rehabilitación del Cable Inglés. Pero la buena noticia es que el domingo 10 de noviembre los almerienses vamos a poder elegir entre una cosa y la otra. O bien continuar con los habituales retrasos, olvidos y paralizaciones que caracterizan históricamente a la actuación del PSOE con Almería capital, o elegir un gobierno que vuelva a cumplir con todos los almerienses. Y es que ya está bien de políticas rancias y sectarias que condicionan la inversión del gobierno al color político del ayuntamiento. El 10 de noviembre tendremos en la mano la receta más fácil para acabar con eso y garantizar que Almería siga avanzando.


La cultura como herramienta de lo cotidiano

Una biblioteca es siempre algo más que un depósito de libros. Reunir los elementos sobre los que se ha escrito, filmado o interpretado el arte en sus diversas formas, es siempre una invitación a ampliar el horizonte de nuestro conocimiento y a contribuir a que la vida sea un poco mejor para todos. Y eso es lo que tenemos a nuestro alcance los almerienses con la nueva Biblioteca Central ‘José María Artero’. Como alcalde, quiero que Almería sea una ciudad que haga de la Cultura una herramienta de lo cotidiano, y por eso, el Ayuntamiento ofrece desde hace unos días a todos los almerienses la posibilidad de desarrollar los dos mecanismos del conocimiento sobre los que se construye el futuro de las sociedades: aprender y compartir. Todo eso, y más, lo podemos hacer los almerienses desde hace unos días en nuestra nueva Biblioteca, que es sin duda el espacio cultural más sugerente y con más posibilidades de interacción de toda Almería. Una biblioteca que ha culminado sus diferentes fases de apertura y que se abre a la sociedad almeriense con una propuesta moderna, adaptada al S. XXI, que rompe con los estereotipos de una biblioteca convencional y que es completamente accesible, inclusiva, tecnológica y que, por supuesto, cuenta con un importante fondo de libros en formato de papel y digital. Desde aquí quiero dar las gracias a todos los trabajadores de las distintas áreas del Ayuntamiento que han volcado el mejor de sus esfuerzos desde hace muchos meses para que este equipamiento, que era uno de los puntos que más nos ilusionaba en el equipo de Gobierno municipal, sea ya una realidad plena que viene a completar el servicio de las salas de estudio que se abrieron hace unos meses. Si aún no has estado en la biblioteca, que supone además una magnífica rehabilitación del notable cuartel de la Policía Local que levantó el arquitecto Langle en los años treinta del siglo pasado, te animo a que pases por ella y la veas, la uses y la disfrutes. Recuerda además que lleva el nombre, porque así lo quiso la mayoría de almerienses que participaron en la consulta popular, de otro almeriense que trabajó durante toda su vida por difundir la idea de la cultura en nuestra provincia, el editor, escritor y humanista José María Artero. En sus salas, la biblioteca dará cabida a todo tipo de público, de todas las edades, gusto y condición. Un espacio común para compartir cultura que solo tiene sentido con la presencia de los almerienses, que sin duda, va a ser el factor determinante en este nuevo centro para el aprendizaje, el estudio, el ocio y la información. No te la pierdas.


Defender la democracia en toda España

Sigo con creciente preocupación la situación de Cataluña y la gravísima fractura social que allí ha abierto el independentismo, radicalizando sus posiciones y empleando una violencia insólita y alarmante, ante la calculada contención del Gobierno central y la irresponsable promoción de los disturbios por parte del gobierno autonómico catalán. Son muchas las reflexiones que pueden hacerse acerca de los difíciles momentos que está viviendo esa parte de España, y no puedo perder de vista el temor compartido a que ese odio que hemos visto estos días en las calles, en las autovías o en los aeropuertos y estaciones, acabe generando un conflicto de dimensiones irrecuperables. Se trata, además, de un odio que no es la respuesta a una situación de opresión u ocupación, como pretende el independentismo, sino el resultado de varias décadas de un sistema educativo cimentado en el desapego a la idea de España. Ante esta espiral de tensión, hemos visto a un Gobierno superado, sobrepasado y desnortado, que evidencia a cada paso que el presidente en funciones está haciendo cálculos electorales en lugar de adoptar medidas claras para garantizar la convivencia y el respeto de los derechos de todos los ciudadanos que viven en Cataluña. Desde el Partido Popular, nuestro presidente, Pablo Casado, ha sido tan tajante y claro como determina la gravedad de la situación: aplicación inmediata de la Ley de Seguridad Nacional y ruptura con el gobierno insensato de Torra. ¿Qué más tiene que pasar en Cataluña para que todos los españoles veamos reaccionar a nuestro gobierno? Si Sánchez cree que por estar en funciones no tiene que funcionar, que se eche a un lado y que a partir del 10 de noviembre deje que el PP de Pablo Casado, que es un partido serio y responsable, mire el problema a la cara y adopte desde el gobierno las medidas necesarias. Y es que la cita electoral nos ofrece a todos la oportunidad de aglutinar un voto útil y cansado de bonitas palabras que no llevan aparejadas acciones reales, para ensamblar una alternativa real a Sánchez y a las ineficaces políticas socialistas. España necesita un gobierno que cumpla y haga cumplir la ley, que respete y haga respetar la Constitución y que no asuma la violencia como parte de la necesaria libertad de expresión. Y es evidente que un PSOE atado por cálculos y compromisos electorales con partidos independentistas está incapacitado para cumplir con éxito esta tarea. Por lo tanto, y por el bien de España, el próximo 10 de noviembre tendremos la oportunidad de elegir la sensatez frente la sinrazón y la defensa efectiva de la democracia en todos los lugares de España.


Centrados en el futuro de Almería

De aquí a las elecciones del próximo 10 de noviembre, en el Partido Popular de Almería vamos a hablar de lo que verdaderamente importa. Hablaremos del empleo, de las pensiones, del agua, de nuestro campo, del modo de garantizar nuestro estado de bienestar y generar más calidad de vida para todos los almerienses. Hablaremos, en definitiva, de las cuestiones que preocupan a los almerienses. No hablaremos de las cuestiones que solo interesan a Pedro Sánchez, ni convertiremos la campaña en un certamen de ocurrencias y ofertas al por mayor. Y es que nosotros afrontamos la campaña con ilusión y ánimo constructivo, centrados en las cosas que nos unen a todos y con el objetivo claro de ganar entre todos el futuro para Almería y para España. Hablaremos de lo que mejor sabemos hacer, que es gobernar bien y gobernar para todos. Vamos a explicar lo que hemos hecho y lo que queremos hacer, poniendo como modelo los ejemplos de las comunidades, ciudades y pueblos en los que el gobierno del PP supone una garantía de progreso y desarrollo común. Para ello, desde el Partido Popular de Almería hemos presentado una lista de candidatos al Congreso y al Senado que garantizan la experiencia, el empuje y la capacidad de trabajo necesarias para conseguir ese objetivo. Mujeres y hombres que han demostrado su compromiso con nuestra tierra. Compañeros y amigos como Miguel Angel Castellón, Juanjo Matarí, Ana Labella, Rafa Hernando, Luis Rogelio Rodríguez Comendador y Rosario Soto, a los que aprecio y respeto y con los que estoy seguro de que Almería saldrá ganando. Personas que van a ser capaces de sumar y concitar el respaldo de los almerienses, que tienen en estas dos listas el mejor reflejo no sólo de lo que es hoy Almería, sino de lo que todos queremos seguir siendo en el futuro: una tierra próspera y abierta, capaz de traducir nuestro talento y nuestra capacidad de innovación en los ejes de la estabilidad y el impulso común. Unidos en torno a ese proyecto que preside mi amigo Gabriel Amat, queremos potenciar todo lo que nos cohesiona, para aglutinar a los almerienses en torno a una idea centrada, dialogante y reformista, que ofrece además la garantía de la experiencia de gestión en un contexto económico incierto. Todos sabemos qué pasa cuando hay problemas y gobiernas los socialistas en solitario o en compañía de los extremistas antisistema. Y no queremos repetir los mismos errores del pasado con el descontrol y las hipotecas políticas de los que no tienen más objetivo que romper España. Por eso el próximo 10 de noviembre vamos a salir no sólo a ganar las elecciones, sino sobre todo a lo más importante: a gobernar bien.


Gestionando ideas de futuro para Almería

Acabamos de celebrar el tercer aniversario de El Cable, que es una iniciativa de emprendimiento digital con base en Almería. Se trata del tercer espacio de la iniciativa Andalucía Open Future de apoyo al emprendimiento basado en la innovación e impulsado por el Ayuntamiento de Almería, la Junta de Andalucía y Telefónica, y tiene como objetivo acelerar de manera significativa la creación de empleo y el desarrollo económico a través de un entorno de trabajo en el que los emprendedores impulsan y maduran sus proyectos para convertirlos en negocios sostenibles. En las ciudades inteligentes, o al menos en las ciudades en las que la inteligencia es un valor al alza para la creación de empleo y riqueza, las administraciones están volcadas en apoyar el emprendimiento digital. Por eso el Ayuntamiento respalda este proyecto, que está sirviendo para generar entornos de trabajo que permiten a los emprendedores impulsar y madurar sus proyectos hasta convertirlos en negocios sostenibles. Y es que lo importante de estos tres años no es lo que ya se ha conseguido, sino lo que vamos a poder lograr para Almería en el futuro. Estoy convencido de que lo mejor de este camino que hemos emprendido juntos está todavía por llegar porque hemos conseguido sentar las bases de un ecosistema emprendedor, que a medio plazo será capaz de atraer al mejor talento tecnológico a nivel mundial y desarrollar respuestas innovadoras a los retos que plantea la Almería del futuro. Me gustaría que en el futuro los almerienses puedan tener aplicaciones que les faciliten el aparcamiento en la calle, que les permitan ahorrar energía o sistemas de gestión digital que permitan hacer realidad algo que repito muchas veces y que sé que finalmente se hará realidad, que es una Almería con más pantallas y menos ventanillas. Yo quiero que el Ayuntamiento aproveche esta dinámica para tomar decisiones que tengan capacidad real de transformar Almería. Para adoptar un modelo de gestión que rompa con las reglas de jerarquía establecidas hasta ahora y en el que las relaciones del almeriense con el Ayuntamiento no sean de arriba abajo y de abajo arriba, sino que vayamos hacia un modelo de relación horizontal. Si somos capaces de crear ese ecosistema emprendedor e innovador, estoy seguro de que Almería mejorará su tasa de productividad y podrá ayudar así a que Andalucía por fin sea capaz de liderar el crecimiento económico y la creación de empleo de toda España. Y es que queremos que el impulso de El Cable llegue todavía más lejos. Queremos posicionar al emprendimiento en el corazón de las políticas municipales y que la innovación pase a ser un sello propio de Almería. Seguimos trabajando en ello.


Espacios de cultura y modernidad en Almería

La manera más efectiva de modernizar las ciudades es establecer una perspectiva integradora de todos los cambios y novedades que tienen un significado propio y aportan calidad a la vida de los ciudadanos. En este sentido, creo que la apuesta por la cultura es un factor de modernidad que no sólo enriquece el escenario urbano, sino que genera elementos de clara mejoría en el estilo de vida de las personas. Por ello creo que es una noticia excelente que el Ayuntamiento haya comenzado a dar los pasos necesarios para poner en marcha una de las iniciativas más interesantes de la Almería que viene, como es la construcción de la llamada “Ciudad de la Cultura”. Como se ha informado recientemente, el Jurado del concurso de ideas para el diseño del proyecto de esta obra declaró, de forma unánime, como ganador del mismo la propuesta presentada bajo el nombre de ‘El Palmeral’ entre las 67 ideas presentadas al concurso. Un proyecto que se levantará junto al Auditorio Maestro Padilla y que aporta soluciones imaginativas a la propuesta municipal de remodelación de este espacio con la construcción de un edificio anexo que pueda albergar a la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) o la banda municipal, así como la adecuación y remodelación del entorno, dando forma a un proyecto cultural que enriquezca y mejore la ciudad. Una actuación que viene a modificar la imagen del actual edificio, creando lo que hemos venido a llamar una segunda piel que lo abraza, ampliando los espacios y reurbanizando el entorno prolongando la lengua verde que conforma el Parque de las Familias y su futura ampliación, pudiendo alcanzar los 100.000 m2 de zona verde. La idea fundamental es crear alrededor del edificio un parque con tres niveles vegetativos, en diversas alturas, lo que creará un microclima que protege el lugar de los vientos y de la salinidad del mar, creando un efecto envolvente sobre el edificio. Los autores del proyecto, que aún no se han dado a conocer públicamente ya que se presentaron ofertas en sobre cerrado no identificado, recibirán ahora el encargo de redactar el proyecto básico y de ejecución, así como la dirección facultativa de unas obras pensadas para armonizar el espacio de casi 20.000 metros cuadrados de superficie destinada a dotacional público en la que se encuentra el Auditorio Municipal, todo ello con una inversión estimada de unos siete millones de euros. En definitiva, una actuación que sin duda transformará positivamente el tejido urbano y social de una ciudad que tiene legítimas y fundadas aspiraciones a disfrutar de una modernidad que amplíe y mejore sus perspectivas urbanas.


Resolver los problemas o hablar de ellos

Ante los problemas hay dos actitudes: resolverlos o hablar de ellos. Y entiendo que la gestión pública debe atender antes a lo primero, especialmente cuando hay muchas personas afectadas y necesitando ayuda para volver a la normalidad.

La pasada semana Almería sufrió unas circunstancias climatológicas extraordinariamente adversas, con registros de precipitaciones insólitos en los últimos años, igual que en amplias zonas del sureste español. Es muy difícil saber con exactitud cuántos almerienses resultaron afectados por las lluvias y el viento, así como cuantificar el alcance económico que suponen las pérdidas y destrozos.

Con independencia de eso, no hay que olvidar que el peor dato de esta gota fría fue la concatenación de fatídicas circunstancias que llevaron a la muerte a un vecino almeriense, hecho que a todos nos sumió en el dolor de lo irreparable, poniéndose inmediatamente el Ayuntamiento a disposición de su familia para cuantos trámites han sido necesarios en un momento muy duro, en donde sólo hay espacio para el pésame y el respaldo, tal como trasladé a todos ellos personalmente.

Pero los problemas no se resuelven hablando. Después de una semana de trabajos iniciados sobre el barro en el primer minuto de las inundaciones, las zonas del término municipal afectadas por las lluvias están recuperando la normalidad que todos deseamos.

Y lo hemos hecho gracias a la solidaridad y profesionalidad de mucha gente. De los empresarios que ofrecieron sus hoteles para realojar a los afectados; de cuantos aportaron medios y productos para atenderlos; de las mujeres y hombres de la Policía Local y Nacional, Guardia Civil, bomberos, Protección Civil y emergencias sanitarias; de los funcionarios de las diferentes administraciones que coordinaron todo el operativo, de las Fuerzas Armadas que se ofrecieron para actuar allí donde hiciera falta, de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y de cuantos vecinos anónimos echaron una mano para limpiar el lodo y achicar el agua de viviendas y locales. A todos ellos, de nuevo, muchas gracias.

Estoy muy orgulloso de ser alcalde de una ciudad con unos lazos de solidaridad tan fuertes, que ha vuelto a demostrar que cuando los almerienses trabajamos juntos no tenemos techo ni límite. Y es que las dificultades definen de lo que estamos hechos: de ganas resolver o de ganas de hablar. Y yo siempre estaré con quienes resuelven; con quienes se arremangan; con quienes no tienen miedo a pisar el fango y echar una mano. Y no sólo eso: desde el Ayuntamiento ya hemos propuesto medidas fiscales para bonificar hasta en un 95% el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras para volver a levantar invernaderos y locales destruidos por el agua, porque no podemos permanecer ajenos a esta tragedia. Pero sí que estamos ajenos a la verborrea de los que, ante la calamidad, se limitan a mirar y a seguir enfangando las cosas para ver qué pueden sacar. No somos iguales.