Hace ahora un año, cuando se produjo el cambio de gobierno que ponía punto final a 37 años de una gestión socialista marcada por las sombras y sospechas que ahora están confirmando los tribunales, el PSOE organizó el cerco del Parlamento Andaluz y numerosas manifestaciones contra la catástrofe y la pérdida de derechos que se iba a abatir sobre los andaluces por culpa de un gobierno de PP y CS apoyado por VOX. Pues bien, doce meses después, además de no haberse cumplido los pronósticos orquestados por los socialistas, Andalucía es la primera Comunidad Autónoma de toda España en tener aprobados los presupuestos para el próximo 2020. Y esto no sólo es reflejo de que el gobierno de la Junta de Andalucía que preside Juanma Moreno marca una clara diferencia de honradez y transparencia frente a la delictiva actuación de los anteriores gobiernos socialistas, sino que además ha logrado convertir a Andalucía en una de las administraciones más estables de toda España. Y se trata de una noticia especialmente importante en estos momentos de inestabilidad y dudas políticas a nivel nacional, porque los presupuestos aprobados no sólo garantizan la estabilidad de las cuentas públicas, sino que nos van a permitir seguir avanzando en la senda del desarrollo y la prosperidad. Un gobierno estable y solvente en Andalucía es la base desde la que poder acrecentar la vocación natural de nuestra tierra a una inversión y a una generación de empleo que antes no se podía dar debido al desbarajuste económico de unos gobiernos socialistas desdoblados en tramas delictivas. Y es que gracias a ese cambio político propiciado por las urnas estamos empezando a obtener resultados esperanzadores, como demuestran las últimas cifras macroeconómicas. Pero tampoco debemos perder de vista la enorme carga social de estos presupuestos, que baten un nuevo récord con más de 20.000 millones de euros dedicados a políticas cercanas a quienes más lo necesitan. Todo ello ha sido posible gracias a un esfuerzo compartido y dialogado entre unas fuerzas políticas que estamos unidas en el objetivo de poner a Andalucía en el lugar que el esfuerzo y la capacidad de los andaluces nos hace merecer. Un ejercicio de responsabilidad, moderación y pragmatismo que ha puesto los intereses generales de los andaluces por encima de las siglas y las fronteras políticas, demostrando que cuando se trabaja con humildad y con sensatez las cosas salen adelante. Un panorama que nada tiene que ver con el escenario catastrófico que anunciaban los que antes cercaban el Parlamento y que ahora no saben dónde meterse para tapar los escándalos que provocaron o consintieron. Otra Andalucía es posible, y estos presupuestos son la mejor demostración.