La perspectiva mediterránea de la Andalucía más dinámica y pujante que forma el eje Almería-Málaga es, sin duda, una excelente plataforma de crecimiento y desarrollo que debemos aprovechar para potenciar nuestras fortalezas, sumar esfuerzos y compartir experiencias.

La reciente visita de trabajo del Alcalde de Málaga, Paco de la Torre, a Almería, supone un estímulo para el desarrollo de una línea de trabajo conjunto que, estamos seguros, va a suponer un importante horizonte de crecimiento para ambas capitales y ambas provincias. Dos realidades paralelas que desde hace poco cuentan además con el avance en las comunicaciones que ha supuesto, por fin, la apertura de la esperada autovía A-7, que nos sitúa apenas a un par de horas de distancia. Esta autovía, cuya inauguración puso punto final a demasiadas décadas de distancia entre Almería y Málaga, suponía además un éxito de gestión y planificación, pues a pesar de la crisis pudo licitarse, contratar y pagar el elevadísimo coste de unas obras marcadas por una orografía especialmente compleja.

Y en ese horizonte común de experiencias positivas para todos, Almería quiere aprovechar el camino de éxito que ha supuesto para Málaga la reinterpretación del espacio portuario bajo criterios de eficacia turística, comercial y social. Convertir el puerto en una oportunidad de futuro es un logro de Málaga que nosotros estamos decididos a poner en marcha en Almería, adaptando nuestras diferentes dimensiones y circunstancias a la medida de los intereses de Almería y los almerienses.

Como Alcalde, quiero que Almería deje de ser una ciudad con puerto y pase a ser una ciudad capaz de integrar su realidad portuaria en un modelo generador de progreso y de empleo y que contribuya a mejorar la calidad de vida de todos. Como dije en el transcurso del desayuno-coloquio de LA VOZ en el que los alcaldes de ambas ciudades, junto al Presidente de la Diputación, Gabriel Amat, analizábamos el escenario de desarrollo conjunto entre las Almería y Málaga, es evidente que hacer visible esta geografía común de intereses y objetivos no sólo es positivo para nuestras respectivas provincias, sino también para el conjunto de una Andalucía que debe ir superando paulatinamente una visión centralista y poco ambiciosa y saber reconocer las posibilidades de crecimiento, de creación de empleo y riqueza.Y lo digo con ánimo constructivo, huyendo del empobrecedor y limitante discurso del agravio comparativo: Almería debe contar también con las mismas oportunidades que las diferentes administraciones han dado a Málaga.

Estoy seguro que los almerienses también sabremos aprovecharlas para sumar, para mejorar, para transformar y para crecer.