La pasada semana el Ayuntamiento presentaba el Plan Reactiva 20, con veinte iniciativas municipales para atender las necesidades de los almerienses más afectados por la crisis económica que está produciendo el coronavirus, movilizando 63 millones de euros que se destinarán hasta el último céntimo que permita la ley al mantenimiento y la creación de empleo. Durante estos días he podido mantener las primeras reuniones con colectivos sociales y profesionales de Almería, para comenzar a explicar con detalle el alcance de estas medidas y conocer de primera mano las impresiones de los que podrán emplearlas para evitar en la medida de nuestras posibilidades daños irreparables en la economía familiar y en las pequeñas y medianas empresas de Almería. Queremos ir de la mano de todos los sectores para, cuando sea posible, devolver la vida a las calles de la ciudad, a volver a ver abiertos sus locales comerciales y, en definitiva hacer que regrese la normalidad que conocemos y deseamos. Quiero agradecer desde aquí el clima de entendimiento, la voluntad de de buscar puntos de apoyo común y la determinación de todos de arrimar el hombro para que Almería vuelva a ser lo que siempre ha sido en el menor plazo de tiempo posible. Pero para ello es imprescindible que desde el Gobierno central, que ha asumido el mando único de la situación en este Estado de Alarma, se ofrezcan al resto de administraciones y al conjunto de la sociedad española, más certezas y menos especulaciones. Para llevar a cabo lo que hemos dado en llamar “desescalonamiento” de esta situación de manera eficaz, segura y productiva, es necesario que ese mando único defina una estrategia nacional para el día después del fin del confinamiento. El éxito de la reincorporación a la normalidad, una vez alcanzados los niveles de seguridad sanitaria necesarios para ello, es que ésta se produzca de manera coordinada entre territorios, sectores productivos y administraciones. Ni las comunidades autónomas, ni tampoco los ayuntamientos, podemos adoptar esas decisiones de manera individual y debe ser el gobierno el que establezca las pautas que marquen fechas, cupos y todos aquellos elementos que permitan acompasar gradualmente el regreso a la actividad cotidiana. Se equivocaría gravemente quien pensara que de este modo trato de atacar al gobierno o que mantengo una actitud desleal. Todo lo contrario. Creo que no hay nada más leal que pedir la unidad de acción ante el objetivo compartido de superar el virus y poner España a funcionar cuanto antes. El Ayuntamiento, las empresas de todos los sectores y las familias almerienses estamos preparados para seguir trabajando unidos en torno a este propósito. Pero necesitamos que nos digan cuándo y con qué orden. Trabajando unidos, no solo saldremos antes, sino que llegaremos más lejos y en mejores condiciones.