La ciudad de Almería tiene un clima desértico dominado por los fuertes vientos y una escasez de precipitaciones con una media de 26 días anuales de lluvia.

Tiene además una costa arenosa y baja que se extiende algo más de 6 km., un Casco Histórico con calles de trazado muy antiguo y una notable presencia de visitantes, especialmente en época estival, que hace que la ocupación llegue incluso a triplicarse en algunas zonas.

Este escenario, de todos conocido, hace que el mantenimiento de la limpieza diaria de Almería requiera no sólo de un especial esfuerzo por parte del Ayuntamiento, sino también de un papel de colaboración activa por parte de la población.

Con este objetivo, acabamos de poner en marcha una nueva Ordenanza Municipal de Limpieza que viene a sustituir a la anterior, diseñada en 1987.

En el Ayuntamiento estamos convencidos de que se trata de una herramienta eficaz e innovadora, que va a permitir una evolución muy positiva en el sistema de limpieza planteado hasta la fecha, y que logrará un servicio acorde a cada zona del municipio, a cada afluencia de gente en el mismo y a cada época del año.

Es importante señalar que se trata de un instrumento legal que nace con el respaldo de los cuatro grupos políticos que conforman la Corporación municipal, lo que supone un primer paso fundamental para que su implantación tenga el recorrido necesario para conseguir el propósito para el que ha nacido: lograr una Almería más limpia.

Y para ello hemos apostado por algo tan sencillo como asumible: invitar a que los almerienses hagan de las calles la prolongación de su hogar.  Y del mismo modo que en casa, ni en casa de nadie, nos permitimos gestos como tirar papeles o chicles al suelo, y en todo momento prestamos atención a que todo quede recogido e higiénico, queremos conseguir una mayor implicación de los almerienses en el objetivo común de tener una ciudad más limpia, porque estamos convencidos de que una Almería más limpia se disfruta más.  Y no se trata de prohibir, sino de convivir. No se trata de recaudar, sino de transmitir con firmeza la determinación municipal de no permitir conductas insalubres e irresponsables.  Y eso no sólo afecta a los ciudadanos, sino que también se extiende a las empresas concesionarias de los servicios de limpieza y recogida de residuos, con las que seremos especialmente escrupulosos.

En definitiva, estamos dando un paso muy importante para lograr el deseo y el derecho de todos los almerienses a disfrutar, a diario, de una Almería cada vez más limpia.