El Ayuntamiento acaba de poner en marcha un proyecto muy necesario que era también un compromiso adquirido con la amplia red de solidaridad y asociaciones del Tercer Sector que tenemos en Almería. Hemos puesto la primera piedra de un edificio específico que se construye ya en el barrio de La Goleta, para dar servicio a todas estas asociaciones en un proyecto pionero llamado ‘El Jardín de los Sentidos’, que es el nombre con el que se ha bautizado a este nuevo equipamiento, y que está destinado a las asociaciones que trabajan a diario con almerienses que tienen necesidades especiales. Estoy muy orgulloso de ser el alcalde de una ciudad que cuenta con una extraordinaria red de solidaridad, en donde mucha gente ayuda a gente que de verdad lo necesita. Gente que sabe que lo que uno hace por sí mismo dura lo que duramos vivos, mientras que lo que se hace por los demás dura para siempre. Y ese es el espíritu que nos lleva a construir este edificio, que quiere ser referencia en una ciudad que trabaja para ser un modelo de participación y de inclusión.
La inclusión de personas con discapacidad en los ámbitos educativos, formativos y laborales es algo más que un buen deseo o un apartado más de un programa político. Incluir es sumar. Incluir es crecer. Incluir es enriquecer. Y en Almería no ponemos en práctica la inclusión para ser más, sino para ser mejores. Pero esta apuesta por la plena inclusión no puede ser un esfuerzo aislado de una administración, institución o asociación. Las medidas que favorezcan la igualdad y luchen contra los riesgos de exclusión social deben constituir una tarea conjunta. Y es que trabajar por la inclusión es apostar por las personas, potencia las capacidades de todos los ciudadanos, fomenta la cultura del respeto y la pertenencia, y nos enseña a comprender y aceptar las diferencias, lo cual reduce el impacto del acoso y de la intimidación en el colegio, en el trabajo o en la calle.
En el Ayuntamiento seguiremos trabajando en alcanzar convenios de colaboración, en avanzar en accesibilidad, en eliminar barreras físicas y mentales y en dejar de ser una administración que está detrás de las asociaciones subvencionándolas, para estar a su lado trabajando con ellas. En definitiva, este edificio es un impulso más, un importante esfuerzo al que hemos dedicado tres millones de euros, para que las asociaciones almerienses tengan algo por lo que han peleado mucho tiempo y que el Ayuntamiento se comprometió a poner en marcha. Pero además de eso queremos que a través de este edificio la sociedad almeriense contemple la diversidad como una fuerza positiva que merece ser reconocida, celebrada y atendida. Estoy convencido de que ese es el mejor camino para que todas las personas sean igualmente valoradas y tengan las mismas oportunidades de participación en un futuro que está cada vez más presente