Almería crece, como todas las ciudades, a lo largo y a lo ancho, pero lo que verdaderamente marca la diferencia entre una ciudad grande y una gran ciudad es la calidad de vida que las administraciones, y de manera muy especial la gestión municipal, puede aportar. Y para mejorar la calidad de vida de los almerienses creemos que es imprescindible incorporar la biodiversidad como un elemento fundamental para asegurar la sostenibilidad de nuestra ciudad. En este sentido, el Ayuntamiento acaba de presentar un proyecto tan ambicioso como beneficioso: el Plan Botania. Un plan que, desde ahora hasta el 2023, tiene un alcance económico previsto de 24 millones de euros, que eventualmente podrá ampliarse con partidas específicas, y que hará que Almería capital pase de los más de 52.000 árboles de múltiples especies que tiene plantados en la actualidad a los 54.000 que habrá dentro de tres años. Se trata de una reorientación de la hoja de ruta de Almería hacia una nueva biodiversidad. Queremos asentar un ecosistema urbano capaz de aprovechar las características diferenciales de nuestro entorno para desarrollar un entorno natural con un sello netamente almeriense. Almería es, en muchos sentidos, un desierto. Pero desierto no significa ausencia. Almería tiene muchas especies únicas que deben ser potenciadas. Especies que deben sumarse a esa llamada “Marca Almería” que tan bien funciona en sectores económicos tan importantes como la agricultura o el turismo. Y hay muchas especies que pueden formar parte también de esa Marca Almería. Especies que se dan aquí por una razón. Y en la explicación de esa razón está la base de este Plan. Y no estoy hablando solo de vegetación. El Plan Botania busca una simbiosis entre plantas, insectos, aves y humanos. Porque una ciudad en la que solo se presta atención a los humanos es una ciudad sin futuro. Porque no se trata de plantar más árboles o de ajardinar más espacios y quedarse ahí. Se trata de mejorar el grado de calidad medioambiental de las zonas verdes ya existentes y de las que se planifiquen en el futuro, para poder alcanzar el objetivo de una biodiversidad con acento almeriense. Alguno de los objetivos en los que se centra este Plan son consolidar el arbolado urbano con criterios de sostenibilidad; revegetar y mejorar el valor ambiental de todos los espacios ajardinados, especialmente los más degradados; mejorar la gestión hídrica de los espacios verdes públicos; convertir el vivero municipal en un centro productor de especies autóctonas; promover la biodiversidad en el espacio urbano; fomentar una actitud participativa de los almerienses en la consecución de esta biodiversidad autóctona; escuchar las recomendaciones de los expertos en biodiversidad de nuestra universidad, y lo más importante de todo: hacer que los almerienses sintamos nuestra biodiversidad como un valor propio y un factor diferencial. Y para eso hay que convertir la biodiversidad en una eficiencia. Eso es lo que pretende el Plan Botania, porque en Almería es importante conservar el pasado, pero también es necesario contar historias de futuro. Y quienes mejor contarán ese futuro a nuestros hijos son los árboles.