No debemos confundir el final del estado de alarma decretado por el Gobierno con el final de la pandemia. Que el riesgo todavía es latente lo confirma la oleada de pequeños rebrotes detectados en varias zonas de España que, por el momento, se encuentran bajo control. Y eso quiere decir que el virus está activo y que mantiene su potencialidad de contagio. Por esta razón es imprescindible que no bajemos la guardia y que todos extrememos las medidas básicas de prevención que están demostrando su eficacia a la hora de combatir los efectos sanitarios del virus: uso de mascarilla, distancia social e higiene frecuente de manos. Esta disciplina, que no es más que una aplicación colectiva del sentido común, está sirviendo para que Almería sea una de las ciudades en la que menor impacto está teniendo esta crisis sanitaria. Desde el primer momento los almerienses estamos haciendo bien las cosas y ello, además de un motivo de legítimo orgullo, debe servirnos para afianzar un mensaje de confianza en nuestra capacidad de reacción como sociedad y de la madurez que supone mostrar un alto nivel de compromiso y seriedad cuando es necesario. La pasada noche de San Juan los almerienses volvimos a dar un ejemplo de sensatez y buen juicio siguiendo las recomendaciones que se habían señalado desde el Ayuntamiento, que tuvo que prohibir la celebración de las tradicionales hogueras y barbacoas en las playas de la capital para evitar el riesgo de aglomeraciones y contagios. Como almeriense, ver las playas de Almería vacías una noche de san Juan me produjo la agridulce sensación de mezclar la pena por la ocasión perdida de volver a reencontrarnos con una de las tradiciones populares más queridas en nuestra ciudad, con la alegría y el orgullo de ver que los almerienses eran plenamente conscientes de la necesidad de no relajar las medidas que nos han llevado a ser una de las grandes ciudades con menos contagios de toda España. Esa actitud, por la que de nuevo quiero dar públicamente las gracias a todos, es la base que nos está permitiendo comenzar la necesaria reactivación de nuestra economía con decisión y, sobre todo, con seguridad. Un camino en el que siempre estará el Ayuntamiento de Almería, dispuesto siempre a ayudar y proporcionar a los almerienses todas las herramientas a su alcance. Desde aquí, os vuelvo a animar a que no dejéis de seguir responsablemente las medidas de seguridad y control que se han marcado y que, juntos, sigamos avanzando en la reactivación de una normalidad que, poco a poco, es cada vez más real. La responsabilidad colectiva está pasando a un segundo plano porque la nueva realidad impone un escenario en donde la clave va a estar en la responsabilidad individual. Y por ello os animo a que sigáis haciendo como hasta ahora, para que Almería continúe siendo ejemplo y referencia de comportamiento y actitud. Recordad al que se olvide o distraiga que en esta pelea todos estamos en el mismo bando y que todos estamos en manos de todos. Si avanzamos juntos en esta dirección, terminaremos ganando esta batalla más pronto que tarde.