La medida de una ciudad no sólo la da su habitabilidad, su riqueza patrimonial o la calidad de sus infraestructuras y servicios. En ocasiones, a las ciudades se las mide también por su capacidad de gestión y superación de la adversidad. Y ese indicador, que tan pocas veces queremos comprobar, ha vuelto a demostrar que Almería es una gran ciudad. Estoy muy orgulloso de ser alcalde de una ciudad que sabe responder con serenidad en los momentos difíciles, como los vividos en la madrugada del pasado viernes con el tremendo temporal de lluvia y viento. Y eso pasa porque sus vecinos saben que cuentan con unos servicios de protección y seguridad de primer nivel. En nombre de todos los almerienses, quiero dar las gracias desde aquí a los profesionales de los distintos ámbitos (Policía Local y Nacional, Guardia Civil, bomberos, sanitarios y Protección Civil) que durante las primeras horas del pasado viernes trabajaron de modo coordinado y ejemplar para paliar los daños y restablecer la normalidad alterada por las lluvias torrenciales y los fuertes vientos. Gracias también a todos los funcionarios y trabajadores de las diferentes administraciones (Ayuntamiento de Almería, Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Subdelegación de Gobierno) que permitieron coordinar con eficacia y rapidez las diferentes respuestas ante los daños causados por los casi 100 litros por metro cuadrado que cayeron en pocos minutos. Pero esa sensación de satisfacción por la eficacia demostrada queda empañada irremediablemente por la muerte de una persona cuyo vehículo quedó atrapado en el interior de un túnel inundado. Quiero trasladar desde aquí mis condolencias y todo mi cariño a la familia y amigos de esta persona, así como destacar de modo muy especial la valentía de los agentes de la Policía Local que arriesgaron su vida rescatando al resto de pasajeros de los vehículos implicados en el accidente, evitando así que la desgracia fuera aún mayor. Del mismo modo, quiero agradecer la comprensión y la colaboración que en todo momento mostraron los almerienses durante la aplicación del Plan Municipal de Emergencias que, en coordinación con el resto de las administraciones, posibilitó la necesaria respuesta en los puntos más afectados de la ciudad. Ojalá en el futuro no sea necesario volver a superar con éxito una prueba similar, y que no haga falta solicitar la actuación de los servicios de emergencia, pero creo que es algo objetivamente bueno para todos haber comprobado que la preparación, el entrenamiento y la organización de estos servicios nos aporta una garantía de confianza y tranquilidad ante cualquier eventualidad. Desde el Ayuntamiento seguiremos trabajando desde las diferentes áreas para reparar los daños causados por las lluvias lo antes posible y ayudar a que los afectados vuelvan cuanto antes a la normalidad.