Creer para crear el mejor futuro para España

El Partido Popular ha celebrado una importante Convención Nacional que culmina este fin de semana en Valencia, en donde hemos puesto de manifiesto que somos la respuesta política, económica y social que necesita España para frenar la catastrófica deriva del peor gobierno que jamás han conocido los españoles vivos. Una convención a la que las mujeres y hombres del PP de Almería hemos acudido junto a nuestro presidente, Javier Aureliano García, y en la que se ha proyectado un claro mensaje de confianza en un futuro para el que tenemos claras las ideas, los equipos y las propuestas. Y eso es algo que contrasta con el caos, la bronca y el despliegue de ocurrencias que rodean al actual gobierno socialcomunista.

Estamos unidos en torno a un programa que, bajo la dirección de Pablo Casado, está aglutinando el creciente apoyo de la sociedad civil, a la que hemos presentado las bases un proyecto solvente que permita a España solucionar la grave crisis que nos ha dejado una pandemia agravada por la manifiesta incompetencia del gobierno de Sánchez. Nuestras prioridades, especialmente en estos momentos, son la creación de empleo y oportunidades para todos, la defensa de la familia, la sanidad, la educación de calidad y en valores y el sostenimiento de las pensiones. Del mismo modo,  la convención que cerramos hoy confirma una realidad que cada vez resulta más evidente, tal como señalan las encuestas ajenas a los organismos oficiales que manipula el gobierno: que el PP es la alternativa más realista para responder a los desafíos globales y a los graves problemas que sufre España. De hecho, el lema de esta convención explica bien esta idea: “Creer para crear.”

Nosotros creemos en la unión de los españoles en torno a un proyecto moderado y reformista, con sólidos principios y valores que mira al futuro sin revisionismos históricos, discriminaciones territoriales, ni disputas morales para mantenerse en el poder. Y creemos que la libertad y la igualdad de todos los españoles fortalecen el Estado de Derecho, la Constitución y nuestras instituciones, dentro del proyecto europeo y nuestra alianza atlántica. Pero sobre todo, creemos en los españoles. Creemos en ti que me estás leyendo. En tu labor diaria cumpliendo con las responsabilidades que te tocan. Creemos en los almerienses que, como tú, están convencidos de que las cosas no se están haciendo bien y que España necesita un cambio. Y estamos seguros de que esa mejora llegará de la mano de un modelo de gestión moderado, firme, europeísta y cargado de futuro, que son los principios y valores que ha sostenido siempre el PP y que son los que nos han permitido formar los gobiernos de libertad y progreso en ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas.

Un proyecto de futuro que recuperará para todos la cultura, la educación y la historia, que han sido tomadas al asalto por una izquierda empeñada en buscar la polarización y el enfrentamiento entre españoles. Un proyecto de futuro que queremos protagonizar contando contigo. Y porque creemos en él, estamos seguros de que lo crearemos.

Ramón Fernández-Pacheco

Alcalde de Almería


Hacer de Pescadería un entorno más seguro, cómodo y digno

La esperada rehabilitación de las viviendas del edificio El Patio y las de Estrella Polar, además de la remodelación del entorno de Torreones, en el barrio de Pescadería, está un poco más cerca después del acuerdo de financiación para llevar a cabo estas obras anunciado por la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Marifrán Carazo. El pasado viernes estuve junto a ella en el barrio para decirles a los vecinos que estamos poniendo en marcha un proyecto para facilitarles un entorno seguro, cómodo y digno, en el que van a poder seguir siendo protagonistas y partícipes de la vida diaria de Almería. Cerrado el acuerdo, se publicarán las convocatorias para que comunidades de vecinos soliciten las ayudas para que las obras se puedan iniciar a lo largo de 2022, tal como anunció la propia consejera. Recuerdo que yo estuve en el Patio la noche en la que comenzaron los problemas que supusieron el desalojo de varias familias, cuya angustia y preocupación pude conocer de cerca. Y desde entonces hemos trabajado no sólo para frenar el peligro, sino también para conseguir los recursos y los medios que permitieran poner en marcha una actuación más profunda. Se pone así fin a cinco años de espera –los daños se produjeron en 2016–  gracias a la inclusión del proyecto de rehabilitación de la zona Pescadería-Avenida del Mar dentro de los beneficiarios en la convocatoria de Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de Andalucía. También se rehabilitará un conjunto de 40 viviendas de Estrella Polar y se mejorará el espacio libre el entorno de los Torreones, que redundará en la puesta en valor del patrimonio y en lograr espacios más habitables.La inversión prevista asciende a los 2,9 millones de euros, de los que la subvención aportada por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transportes sufraga el 68,1 por ciento (dos millones), mientras que el resto de la aportación lo abona el Ayuntamiento. Se trata de una excelente noticia porque el futuro ha de ser construido impulsando políticas trasversales en donde todos asuman con lealtad el papel que les toca a la hora de conseguir lo que todos queremos: una Almería  abierta, inclusiva, llena de espacios de convivencia que recojan la pluralidad y la heterogeneidad de la sociedad almeriense. En definitiva, seguir avanzando hacia un modelo de ciudad  en el que todo el mundo pueda desarrollar su proyecto vital en igualdad de condiciones. Para una administración, el principal factor que determina su capacidad de actuación es la voluntad de hacer cosas. Quien de verdad quiere hacer algo encuentra siempre el modo. Quien no quiere, siempre encontrará una excusa. Estamos hablando de una reforma que necesita también la colaboración activa de los vecinos, para poder seguir transformando esa zona en un núcleo vivo e inclusivo. Una reforma que potencia los valores de un barrio que es, como todos los barrios del mundo, una mezcla de personas, de diferentes sexos, edades, culturas, de estatus socioeconómicos. Estamos convencidos de que con esta actuación vamos a incrementar el sentimiento de pertenencia a Almería y la identificación y corresponsabilidad de los vecinos en el objetivo de transformar para mejorar.  

Ramón Fernández-Pacheco

Alcalde de Almería


Carlos Pérez Siquier

La mirada más clara sobre la luz de Almería

La coincidencia plena en el elogio sincero y la valoración de su reconocida trayectoria profesional son las dos principales características del sosegado y prolongado duelo con el que Almería está despidiendo al fotógrafo, creador y artista Carlos Pérez-Siquier. Su reciente fallecimiento, que ha interrumpido bruscamente una vida que él enriquecía y ensanchaba en cada conversación, en cada encuentro, en cada mirada y en todas y cada una de sus fotos, nos ha llenado a todos los que le conocimos de una de esas penas de las que sabes que es difícil reponerte.

Son muchos y muy merecidos los elogios que estos días estamos leyendo y viendo en los medios de comunicación sobre alguien que, por encima de su indiscutible y bien fundamentada maestría técnica, supo trazar una estela de vida y afectos entre todos los que le respetamos y quisimos. En este punto es imposible pasar por alto la escogida y sólida ligazón del artista con su Almería natal.  Pérez-Siquier ha sido el hombre que mejor ha sabido ver la luz de nuestra tierra. La clara sencillez de los blancos de cal y sal de La Chanca, su personalísimo azul recortado en el horizonte del Mediterráneo, la cruda dignidad de las gentes que buscó e inmortalizó en los barrios a los que Almería daba la espalda o la ternura colorista del primer turismo de costa, todo ello forma una geografía personal e intransferible que ha cimentado una obra fotográfica pionera y monumental que, como solía decir Carlos con frecuencia, sin duda iba a sobrevivirle.

Este diálogo del objetivo del artista con su tierra comenzó muy pronto, cuando impulsó a mediados del siglo pasado la Agrupación Fotográfica Almeriense (Afal), que supo cristalizar como referencia y renovación de la escena fotográfica española. El fotógrafo, Escudo de Oro de Almería y Medalla de la Provincia y al que el Ayuntamiento dedicó hace unos años una plaza en Cabo de Gata, otro de sus escenarios icónicos, siempre mostró su disposición a colaborar con todas las administraciones, como he podido ver siempre, tanto como concejal de Cultura como Alcalde de Almería. Importantes premios y exposiciones jalonan la larga trayectoria del fotógrafo almeriense, que obtuvo el Premio Nacional de Fotografía en 2003 “en reconocimiento a su trayectoria profesional y a su constante afán de renovación en la búsqueda de nuevos lenguajes fotográficos, así como por la influencia que ha tenido en la fotografía española contemporánea”, y recibió del Consejo de Ministros la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2018. Pero sobre todo, Pérez-Siquier supo ganarse el cariño de cuantos le conocieron y la admiración y respeto de infinidad de seguidores, admiradores y alumnos.

Y ese, a mi juicio, es el mejor galardón que se puede tener en la vida. Por todo ello el Ayuntamiento decidió declarar un Día de Luto Oficial, para mostrar así el dolor por su pérdida y nuestro afecto y cariño por su familia y amigos. Carlos se ha ido en activo, con esa mirada despierta que era capaz de encontrar gestos, encuadres, luces y sombras allá donde nadie veía nada. Será imposible volver a pasear por el entorno de la Alcazaba o contemplar un atardecer en Cabo de Gata sin pensar que nuestra mirada se ha convertido, por un momento, en el visor de la cámara de Carlos. Descansa en paz, maestro.

Ramón Fernández-Pacheco

Alcalde de Almería


Un fin de año determinante para la recuperación de Almería

La llegada de septiembre nos vuelve a situar en el inicio del tramo final de un año que está siendo para todos tan complicado o más que el anterior, cuando la pandemia frenó y condicionó de un modo determinante la normalidad de la vida a la que estábamos acostumbrados.

La actividad económica en el tramo central de estas vacaciones de verano, en paralelo a la exitosa campaña de vacunación en marcha, está ayudando a trasladar un ánimo de recuperación y estabilidad que ahora mismo constituye, sin duda, el primer objetivo municipal. Afortunadamente, la quinta ola de la covid no ha impactado de forma especialmente virulenta en Almería, conteniéndose los ingresos hospitalarios pese a la alarma inicial de la subida de contagios.

Y ahora tenemos por delante unos meses que van a exigirnos un ejercicio de trabajo y responsabilidad compartida.

En primer lugar, tenemos que completar la campaña de vacunación que de manera tan eficiente y ejemplar están llevando a cabo las autoridades sanitarias de la Junta y los sanitarios almerienses. Tenemos que seguir protegiendo a quienes más lo necesitan y ayudando a que la recuperación llegue a las empresas, a los autónomos, a los comercios, a los emprendedores y a las familias de Almería.

Seguiremos trabajando duro para que esa esperada y necesaria normalidad, marcada por la vuelta a las clases, regrese cuanto antes para que no se detenga el crecimiento y la recuperación económica que está experimentando Andalucía con la presidencia de la Junta de Juanma Moreno. Y en esta dinámica de transformación y mejora es muy importante que nuestra provincia consiga cuanto antes la necesaria adecuación de su red de comunicaciones ferroviarias, apremiando al Gobierno de España para que cumpla de una vez por todas con dos actuaciones que son estratégicas: la llegada del AVE y su soterramiento a la entrada a nuestra ciudad. El próximo fin de semana la sociedad civil almeriense se va a unir en torno a estas reivindicaciones que siempre han estado en la agenda de prioridades del Ayuntamiento y creo sinceramente que ya ha pasado el tiempo de afrontar esta cuestión desde la perspectiva partidista.

Todos debemos dar un paso unidos en este objetivo, porque la carencia de buenas comunicaciones en Almería no es una cuestión de siglas, sino casi de siglos. Yo he reclamado mejores trenes a gobiernos del PP del mismo modo que se los estoy reclamando al actual gobierno del PSOE y PODEMOS. Y Almería no necesita más fotos de ministros, ni más promesas, ni más anuncios, ni sobre todo más mentiras. Almería necesita obras, necesita plazos cumplidos y necesita AVE.

Tengo claro que la mejora de nuestras comunicaciones es un compromiso común que a todos nos exige el mejor de nuestros esfuerzos. Y podéis estar seguros de que el Ayuntamiento de Almería estará siempre al lado de los que quieran trabajar para mejorar las infraestructuras y la calidad de vida de todos los almerienses.

Ramón Fernández-Pacheco

Alcalde de Almería

 

 

 


Otro año sin Feria: la decisión más dolorosa, pero la más conveniente

Admito que volver a tomar este año la decisión de suspender la Feria de Almería en honor a la Virgen del Mar ha sido una de las más dolorosas de mi mandato. Sin embargo estoy convencido de que es lo mejor que podemos hacer en estos momentos. Siguiendo en todo momento las recomendaciones de la autoridad competente en materia de salud pública, que es la Junta de Andalucía, hemos consensuado con todos los grupos políticos del Ayuntamiento la suspensión de todas aquellas actividades feriales que pudieran suponer eventualmente un riesgo de cara al incremento de contagios y mantener aquellas en las que se pueda ejercer un control sanitario seguro. Por tanto se mantendrán los actos religiosos sin la procesión de la Patrona, la actividad normal de la hostelería -que lleva dando una enorme muestra de responsabilidad en los últimos meses- aunque sin ambigús, el homenaje a Los Coloraos, los conciertos con público sentado y los feriantes, que es un sector especialmente golpeado por la pandemia, podrán montar atracciones hasta las doce de la noche. Se trata de resoluciones que dependerán, siempre, de la evolución de los contagios y que podrán revisarse en función de un eventual repunte de casos. Trataremos de mantener, como siempre, el difícil equilibrio entre la salud y la actividad económica. Son decisiones similares a las que están adoptando la mayoría de localidades que tienen pendiente la celebración de ferias, romerías y fiestas populares multitudinarias. Por desgracia, la negativa evolución de datos de contagio del covid en esta quinta ola aconseja reducir al máximo posible los riesgos de contagio por proximidad física, especialmente entre las personas más jóvenes que aún no han completado su pauta de vacunación. Estamos convencidos de que esta medida, que hemos tomado tras analizar detenidamente la preocupante evolución del número de contagios en Almería y la previsión de su incremento durante las próximas semanas, es la mejor manera de contribuir a que esas cifras no sigan subiendo. Y es que no tiene sentido dar pie a que una semana de Feria pueda acabar convirtiéndose en una amenaza para la salud de nadie y en un incremento de la presión hospitalaria. No obstante, sé que la ausencia de la Feria por segundo año consecutivo provoca un vacío que es muy difícil de llenar. Comprendo bien la decepción que una medida así provoca entre muchos sectores profesionales y en el conjunto de la sociedad almeriense, que esperaba estos días con ilusión y perspectivas de trabajo. Pero como siempre digo, en Almería la mejor Feria es siempre la del año que viene. Estoy seguro de que entenderán que lo diga ahora con más convicción y esperanza que nunca.


La mejor Feria es siempre la próxima

Siempre digo que en Almería la mejor Feria es siempre la que está por venir, porque la ilusión y las ganas de superar lo logrado edición tras edición es el mejor motor de crecimiento y desarrollo de la mejor semana del año en la mejor ciudad del mundo. Sin embargo, todo apunta a que esta idea va a cobrar especial fuerza un año más entre los almerienses, que en contra de nuestra voluntad y de nuestros deseos, pero movidos por el necesario espíritu de la prudencia y la responsabilidad, vamos a tener que volver a celebrar nuestra Feria en honor a la Virgen del Mar con unas imprescindibles medidas de seguridad sanitaria derivada de la evolución de los contagios en las últimas semanas.
Tras el parón en seco del año pasado, la de 2021 apunta a ser una Feria un poco mejor que la última, pero aún lejos de los modelos y usos a los que estamos acostumbrados y tanto echamos de menos. Las recomendaciones de las autoridades sanitarias, cuya prioridad está lógicamente en la protección de la salud pública, nos empiezan a dibujar un escenario de celebración en el que volverá a ser necesario suprimir todas aquellas actividades que no se puedan controlar e impliquen aglomeraciones, como por ejemplo la tradicional Batalla de Flores, el Pregón que se celebra en las inmediaciones del Cable Inglés con la presencia de cientos de almerienses o los conciertos con el público de pie. Si la evolución de los contagios no ofrece un cambio radical en las próximas fechas, y nada apunta a que esto pueda ser así, no podremos contar con los habituales ambigús en el centro de la ciudad, aunque eso no supondrá el cierre de la hostelería , que lleva abierta ya varios meses y trabajando además con extraordinario celo y profesionalidad. Y todo esto lo haremos aún siendo conscientes de que la positiva respuesta que los almerienses han dado a las recomendaciones sanitarias ha posibilitado que la ciudad y la provincia estén manteniendo a raya el virus y que disfrutemos de una posición privilegiada respecto a otros territorios.
No obstante, las ferias son en sí un motivo para la proximidad y el contacto y parece prudente restringir al máximo la posibilidad de que puedan volver a
producirse contagios, especialmente entre aquellos sectores de la población, los más jóvenes, que aún no tienen completada la pauta de
vacunación y son además el público mayoritario en las actividades feriales.
Seguimos manteniendo estrecha comunicación con las autoridades sanitarias de la Junta de Andalucía y serán sus recomendaciones las que apliquemos, desde la convicción de que estamos haciendo lo que debe hacerse. En este sentido, aprovecho para recordar algo que no importa repetir y escuchar o leer muchas veces: el virus sigue entre nosotros. Por incómodo y triste que nos parezca, aún no hemos terminado de derrotar a la pandemia. Es por ello imprescindible que ahora que la vacunación está protegiendo a cada vez más personas y estamos mucho más cerca de la vuelta a la normalidad que el pasado verano, hagamos un último esfuerzo de responsabilidad compartida y mantengamos las medidas de autoprotección y convivencia que se han revelado como determinantes a la hora de frenar el impacto brutal de esta pandemia. La Feria del año que viene será, sin duda, mucho mejor que la de este año. Y ya estamos trabajando para ello.

La cultura segura es un camino de reactivación y vuelta a la normalidad

Acabamos de presentar la edición número 54 del Festival de Flamenco de Almería, una de las citas culturales más importantes de cada año, que va a desarrollarse a lo largo del mes de julio en diversos escenarios del Casco Histórico, la Alcazaba y por primera vez hasta en el Faro, combinando en el cartel figuras de consolidada trayectoria y promoción nacional con artistas jóvenes almerienses llenos de talento y fuerza. Dice el gran Tomatito, que además de ser una de las mejores guitarras flamencas del mundo, un motivo de orgullo para todos los almerienses y uno de los protagonistas del Festival, que el flamenco es un sentimiento ligado a la emoción. Y creo que todos estamos viviendo con mucha emoción esa sensación de paulatina vuelta a la normalidad que supone el regreso de los conciertos y los actos culturales, siempre dentro de ese cuidadoso trabajo de reintroducción de la cultura y los espectáculos en estos tiempos de pandemia. El Área de Cultura del Ayuntamiento está recorriendo ese camino “despacito y a compás”, como dicen los flamencos, y desde hace poco más de un año hemos regresado a la programación presencial cumpliendo de manera escrupulosa con todas las medidas sanitarias exigidas. Retomamos el verano pasado la marca Cooltural Fest, con el ciclo de conciertos Cooltural Go, hicimos una programación de Navidad adaptada, recuperamos las ediciones del festival de Jazz, del ciclo de Música Sacra, la Feria del Libro, los conciertos de la Banda, el ciclo Delicatessen, el Cineclub, las jornadas del Cómic, el ciclo Guitarra en Estado Puro, las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro o el programa de conciertos trimestrales de la OCAL, sin olvidar un ambicioso y nunca visto Circuito Municipal de actuaciones de creadores almerienses, con más de cuarenta propuestas diferentes. Todo ello y casi siempre con entradas agotadas y celebrando que en estos eventos no se haya detectado ni un solo caso de contagio. Mantener el equilibrio entre salud y cultura no está siendo fácil y por eso quiero felicitar al concejal Diego Cruz y a todo su equipo por el gran trabajo hecho, que nos permite seguir apostando por la cultura segura como medio de seguir creando empleo, atraer turismo y hacer crecer la actividad de hoteles, bares, restaurantes y comercios de Almería. Hacer bien las cosas es un elemento de reactivación socioeconómica y por eso los actos se están celebrando con todas las medidas de seguridad necesarias para que tanto el público como los propios artistas se encuentren cómodos y tranquilos. Estamos ya muy cerca de conseguir derrotar la pandemia y recuperar todas las sensaciones que tanto echamos de menos. Por eso es necesario un último esfuerzo de prudencia y control en los actos culturales para seguir disfrutando del arte de un modo seguro y aprovechar así el impulso de reactivación económica que suponen todas estas citas culturales. Seguimos trabajando para que todos volvamos a disfrutar de la mejor versión de la Almería que queremos.


Volveremos a abrir las puertas del Ayuntamiento en la Plaza Vieja

Devolver la actividad diaria del Ayuntamiento a la Plaza Vieja no sólo supondrá una importante mejora para la gestión municipal y para la revitalización social y económica del centro. Abrir otra vez las puertas del Ayuntamiento en su emplazamiento histórico va a suponer también el punto final de la normalización del retraso como parte inevitable de la obra pública en Almería. Los almerienses no podemos seguir conviviendo con el hecho de que las grandes actuaciones previstas para nuestra ciudad entren siempre en un bucle interminable de retrasos, olvidos y excusas, con independencia del color de la administración política responsable de ello. En el caso de la rehabilitación de la Casa Consistorial es intolerable que una obra que fue anunciada en el año 2000 esté todavía sin concluir en 2021. Cualquier justificación es absolutamente indefendible. A pesar de los sorprendentes intentos del PSOE almeriense de buscar ahora responsabilidades políticas en el fracaso sin paliativos de una gestión que todos los almerienses tienen claro a quién correspondía, insisto en lo que dije en el acto de firma del convenio entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía para finalizar las obras: el tiempo de la búsqueda de responsabilidades ya ha pasado porque todo el mundo sabe quién, pudiendo hacer las cosas bien en su momento, no supo o no quiso hacerlo. Pero también porque ahora es tiempo de mirar hacia el futuro y pensar en la gran oportunidad que supone la vuelta de la actividad municipal diaria para el centro. Hacía más de diecisiete años que no se firmaba un documento oficial en esa Casa, que es la de todos los almerienses, y en la que a pesar contar ya con su fachada plenamente recuperada el interior sigue sin construir. Lo cierto es que miles de almerienses han crecido sin poder conocer el uso de un edificio que ha marcado la vida cotidiana de muchas generaciones de almerienses y creo que ya es tiempo de corregir esa situación, porque en la identificación y el sentimiento de pertenencia a Almería capital el apego a nuestro patrimonio histórico cotidiano es un factor relevante. Valga un dato para explicar esto que digo: cuando los anteriores gobernantes de la Junta y del Ayuntamiento presentaron el proyecto de rehabilitación de la Casa Consistorial yo estaba en 4º de la ESO. Afortunadamente ese agravio para todos los almerienses tiene ya más pasado que futuro. Por fin hemos conseguido desbloquear esta situación y hemos firmado un convenio con el nuevo gobierno de la Junta para cofinanciar al 50% el coste de estas obras, que están presupuestadas en torno a los cinco millones de euros y que van a comenzar a principios del año que viene. La vida municipal, los trámites cotidianos, las citas culturales, las visitas oficiales y, en definitiva, todas las cosas importantes de Almería volverán a pasar en donde corresponde: en la casa de todos los almerienses.


La Hoya: más gestión verde para sumar valor al Casco Histórico

Hacer del Casco Histórico de Almería un motor de desarrollo socioeconómico es un objetivo básico en la estrategia del Ayuntamiento al que estamos dedicando un importante esfuerzo planificador e inversor. El eje formado por la Plaza Vieja, San Cristóbal, la Alcazaba y La Hoya debe tener una visibilidad urbana capaz de generar una cadena de valor que aporte empleo, emprendimiento turístico y habitabilidad a esa zona del corazón de la Almería histórica. Y en este sentido hemos dado un nuevo paso de futuro al presentar hace unos días el proyecto de mejora del enclave de La Hoya, entre el cerro de San Cristóbal y la Alcazaba, que se va a convertir en un gran jardín mediterráneo con una inversión de más de tres millones y medio de euros y que, en un plazo de poco más de año y medio, transformará ese lugar muchas veces visto y nunca disfrutado en un punto de encuentro, de paseo y de desarrollo urbano. El proyecto de los arquitectos Vicente Manuel Morales Garoffolo y Juan Antonio Sánchez Muñoz supone la recuperación ambiental, patrimonial y paisajística más importante que se haya acometido nunca en la ciudad y supondrá un antes y un después para una zona que, en los últimos meses, viene siendo objeto de numerosas actuaciones destinadas a descubrir una zona verde y transitable en lo que durante décadas fue un escenario propicio para los escombros y la fractura social. Aspectos relevantes de esta actuación serán la restauración paisajística de las laderas de la Alcazaba y de San Cristóbal con especies vegetales autóctonas y la recuperación puntual de chumberas como parte de la imagen tradicional de La Alcazaba. Con el proyecto vendrán a recuperarse también paratas, balates y el sistema de riego del antiguo cortijo que se ubicaba en la ladera de San Cristóbal, incluyendo la restauración y puesta en uso de la alberca alta y la alberca baja existentes, la creación de paseos, itinerarios y zonas estanciales y la plantación de vegetación, incluidos árboles de tradición hortícola almeriense. El sistema principal del riego será de tipo acequia, aunque se ha incluido una zona de parterres de cítricos con posibilidad de riego tradicional a manta. El valle de la Hoya y sus taludes incluirán zonas de plantación, itinerarios peatonales, zonas estanciales y, en el centro del espacio e integrado en el conjunto de la composición, una explanada. Un espacio libre de mayor dimensión, sin plantación, que permitirá la celebración de actividades colectivas y el futuro Paseo de las Gacelas conectará con el acceso a la Finca Experimental de la Hoya, conectando con el nuevo recorrido que une las calles Pósito y Almanzor, incluyendo un balcón-mirador desde el que se podrá observar todo el valle, con punto de información, zonas estanciales y zonas de plantación. En definitiva, una transformación completa de una zona apostando por la gestión verde como fórmula de creación de valor para el Casco Histórico de Almería. Una apuesta de futuro en la que seguimos trabajando.


Almería avanza en buena dirección

Tras dos años de mandato y a la mitad de la duración de la actual Corporación (2019-2023) acabamos de celebrar el debate sobre el Estado de la Ciudad, que es una herramienta democrática de control y análisis de la gestión municipal. Quiero agradecer a los grupos de oposición las críticas y propuestas recibidas, porque de ellas se extraerán sin duda conclusiones y sugerencias que no sólo son positivas para el conjunto de Almería, sino que harán crecer al Ayuntamiento como servicio público. Este debate nos ha permitido comprobar algo que quizás deberíamos escucharnos decir a nosotros mismos más veces: Almería es una gran ciudad. Almería cuenta, además, con un Ayuntamiento fiable y solvente que está permitiendo que nuestra capital haya alcanzado unos niveles de calidad de vida y de progreso urbano que la sitúan entre las principales ciudades de España. Si seguimos en esta misma línea de compromiso compartido, Almería, que ya ha superado la frontera de los 200.000 habitantes, tiene ante sí un gran futuro como ciudad receptora de talento y de inversiones. Pero no es posible realizar un balance o trazar perspectivas de futuro sin considerar el hondísimo impacto humano, social y económico de la pandemia contra la que aún luchamos. Desde la emoción y el respeto por las vidas que nos ha arrebatado la enfermedad y con la enorme preocupación de seguir trabajando por paliar los efectos que está causando en la estabilidad económica de miles de almerienses, quiero insistir en la idea de que después de unos meses de mucho esfuerzo y buena sintonía entre administraciones, el Ayuntamiento de Almería seguirá haciendo lo que debe hacer en estos momento, que no es otra cosa que seguir ayudando a los almerienses que más lo necesitan. Es necesario seguir atendiendo a las personas y centrar todo el esfuerzo municipal en reactivar nuestra economía con planes de ayuda, exenciones fiscales e iniciativas que favorezcan el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo. Para ello hemos movilizado casi setenta millones de euros en ayudas a los almerienses durante la pandemia, y el pasado viernes anuncié en el debate un nuevo paquete de ayudas directas, llamado “Impulsa Almería”, que podrá 300.000 euros más en manos de los almerienses para ayudarles a salir cuanto antes de esta crisis. Sólo así podremos seguir trazando el horizonte de una capital más verde, en la que se siga imprimiendo un sello de biodiversidad local y sigamos trabajando por hacer del Casco Histórico un eje reactivador de la economía, la cultura y el turismo, tal como se seguirá viendo en el futuro próximo con la finalización de las obras de la Plaza Vieja, los accesos a la Alcazaba, San Cristóbal y el proyecto de La Hoya, que mañana se aprueba en Junta de Gobierno. Junto a eso, actuaciones como la compra del viejo edificio de Correos para su demolición y construcción de un equipamiento público, seguirán dando forma a una Almería más centrada en las personas y en las cuestiones que de verdad preocupan a la gente antes que en improductivos e innecesarios debates de tono ideológico. El Ayuntamiento de Almería constituye, a día de hoy, la garantía más cercana de rigor, de seriedad y de eficacia para todos los almerienses. Sobran, pues, motivos para continuar por este camino y seguir avanzando en la superación de los efectos de la crisis. Mi reto, como Alcalde, es recoger todas esas voces, incluidas las discrepantes, para unirlas en torno a la tarea común de seguir haciendo de Almería una ciudad cada día más próspera y abierta al futuro. Y a ese gran objetivo convoco al conjunto de la sociedad almeriense.