Una vez más, los almerienses nos hemos vuelto a reunir en torno a nuestra Bandera para demostrar nuestro aprecio y respaldo a todas las unidades de nuestras Fuerzas Armadas y, de modo muy especial, a aquellas que, como La Legión, han acreditado desde hace muchos años sus estrechos lazos de vinculación con nuestra provincia. El pasado viernes los almerienses volvimos a llenar el  solemne acto de arriado de nuestra Bandera, con motivo de una nueva celebración del Día de las Fuerzas Armadas en una ceremonia sencilla, que fortalece el sentimiento de unidad en torno a nuestra Bandera, que es la de todos y en la que se explican los valores y la historia que nos define como una nación soberana, democrática, plural e indivisible. Nuestras Fuerzas Armadas son hoy el fiel reflejo de una España moderna, eficaz y solidaria. Garantizan la soberanía e independencia de nuestro país, aseguran su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, y son también un instrumento fundamental de nuestra política exterior. Allá donde estén, nuestras Fuerzas Armadas son un constante ejemplo de entrega y dedicación al servicio de España y al conjunto de la sociedad de la que salen y a la que sirven. Por eso estoy muy satisfecho de que los almerienses demostrásemos una vez más nuestra cercanía con un colectivo del que nos sentimos legítimamente orgullosos y en el que todos, sin excepción, nos podemos sentir representados. Por otra parte, el arriado de la Bandera y el posterior concierto vino a sumar una nueva página a la ya fructífera e intensa vinculación de Almería con la Legión. Gracias a la Legión, el nombre de Almería ha estado presente, a través de sus misiones internacionales, en teatros de operaciones de máxima exigencia, en donde siempre han dado sobradas muestras de determinación en defensa de la paz, de la seguridad, de la protección de los más débiles y de la estabilidad internacional. Los almerienses sabemos, además, que esta capacidad de sacrificio ha supuesto en ocasiones el pago del más alto precio en defensa del bienestar común. Por eso, me gustaría rendir homenaje a todos cuantos han entregado sus vidas vistiendo uniforme y a cuantos hoy, al vestirlo con orgullo, siguen haciendo del servicio a España el primero de sus afanes. Estoy seguro de que esa entrega y esa vocación de lealtad y compañerismo nos estimulará a todos a perseverar en el cumplimiento de nuestras responsabilidades en todos los ámbitos de la vida. Por eso es muy necesario que la sociedad civil sea consciente del esfuerzo que hacen a diario todas las mujeres y hombres que, dentro de las Fuerzas Armadas, dedican los mejores años de sus vidas  a garantizar la paz y la estabilidad de España y la de cualquier otro rincón del mundo al que les llamen el deber y las órdenes. Por eso, en mi nombre y en el de todos los almerienses, gracias y enhorabuena.