Si hay algo bueno en esta crisis sanitaria es que nos ha permitido comprobar, una vez más, que Almería es una ciudad referencia en cuanto a responsabilidad, sentido cívico y disciplina social. Cuando estos días me comentan en el móvil o en videoconferencia que nuestra ciudad está vacía, yo siempre digo lo mismo: Almería no está vacía: está llena de responsabilidad. Los almerienses estamos volviendo a dar una muestra de seriedad y de sentido común respetando las normas establecidas, respetando las indicaciones de las autoridades sanitarias y demostrando que somos lo que tantas veces hemos dicho: una gran ciudad. Unos, demostrando su valentía y compromiso en las calles, vigilando, sirviendo o limpiando. Otros en sus empresas, produciendo y generando los bienes y recursos necesarios. Otros en el campo, en la carretera o en los mercados, garantizando el habitual suministro de artículos de primera necesidad. Y finalmente otros, la mayoría, asumiendo con entereza y buen ánimo el confinamiento en casa que han ordenado las autoridades sanitarias para frenar los contagios y poder parar al coronavirus. Y hay dos perfiles en esta crisis que están centrando la atención y preocupación del Ayuntamiento de Almería: las personas y la economía. Somos plenamente conscientes de las dificultades económicas a las que se van a enfrentar en cuanto todo esto acabe muchos autónomos, muchos pequeños y medianos empresarios y muchos trabajadores de nuestra ciudad. Por eso hemos puesto en marcha un ambicioso paquete de medidas de ayudas fiscales y económicas que permitan a muchos almerienses asumir los complicados efectos de esta crisis sanitaria del mejor modo posible. En este sentido, he dado instrucciones para la inmediata suspensión, durante tres meses, de todos los pagos por fraccionamiento y todos los recibos por la Cuenta Fácil 10. Del mismo modo hemos prorrogado durante tres meses el pago del Impuesto de Vehículos de tracción mecánica, de las tasas por vados y reserva de espacios, del IBI, de las tasas de mercados y mercadillos y las de ayuda a domicilio. Calculamos que todas estas medidas van a suponer la inyección de algo más de 50 millones de euros de liquidez en la economía familiar de los almerienses, de modo que las consecuencias económicas del coronavirus sean las menores posibles y los empresarios puedan conservar el mayor número de empleos. Desde el Ayuntamiento estamos convencidos de que es la hora de la responsabilidad social y por eso apelamos al Gobierno de España para que siga flexibilizando leyes y nos siga dando herramientas a los ayuntamientos en el uso del superávit, en la regla de gasto y para que, con la ley en la mano, podamos ayudar al máximo a todos los almerienses.