Durante décadas los almerienses nos habíamos renunciado a pensar en la Alcazaba y su entorno como una seña de identidad disfrutable y capaz de aportar valor al conjunto de la ciudad. Numerosos problemas sociales y una espesa maraña administrativa entre todas las administraciones nos impedía acondicionar la zona, despejarla visualmente y dotarla de medios e infraestructuras capaces de potenciar el poderoso perfil histórico, artístico y emocional que para cualquier almeriense supone la Alcazaba. Pero desde hace unos días toda esa situación empieza a escribirse y pensarse en tiempo verbal de pasado. El pasado lunes, después de muchos meses de trabajo administrativo y técnico, la calle Pósito, a los pies de nuestro principal monumento, se abría al tráfico una vez culminadas las obras que, en el marco de Plan Alcazaba-La Hoya-San Cristóbal, han generado un nuevo vial ampliado de 13 metros y una nueva urbanización a lo largo de su entorno, a los pies del Cerro de San Cristóbal. Si aún no lo han visto, no pueden dejar de visitarlo. La diferencia entre lo que no hace demasiado tiempo era una zona degradada física y socialmente marca el camino por el que seguirá avanzando la recuperación e incorporación del casco histórico de Almería a la dinámica cotidiana de la ciudad. La actuación, junto a la conexión recientemente estrenada a la entrada del Parque de La Hoya, supone la creación de un nuevo eje estructurante que une las calles Antonio Vico, Juez y Almanzor, mejorando las condiciones de movilidad y conexión urbana entre la Puerta de Purchena y la Alcazaba, y las condiciones urbanísticas y paisajísticas de la zona histórica de nuestra capital. Una actuación que supone un antes y un después, y en la que el Ayuntamiento ha invertido casi un millón de euros para transformar y dignificar el entorno de La Alcazaba, el Parque de La Hoya y el Cerro de San Cristóbal, cuyo proyecto de actuación global alcanza los 9,5 millones de euros, financiados parcialmente a través del Plan Edusi ‘Almería, Ciudad Abierta’ del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Apostar por recuperar la zona histórica de Almería es apostar también por un futuro más racional y sostenible para un entorno que siempre se ha visto presionado por enormes dificultades urbanísticas y sociales. En este sentido, creo que es importante destacar el compromiso del Ayuntamiento de Almería y de la Junta de Andalucía para no edificar sobre la gran parcela resultante en la ladera norte del Cerro de San Cristóbal, permitiendo preservar en esta zona todo el valor patrimonial que tiene. En ese objetivo se han incluido labores de limpieza sobre la ladera que, a través de próximas actuaciones en las que ya está trabajando el consistorio, persiguen mejorar las condiciones de accesibilidad al Cerro así como el adecentamiento de aparcamiento aledaño al entorno, hoy ocupado de forma desordenada. Superar injusticias y errores del pasado es, probablemente, una de las mejores maneras de encarar el futuro.